Un robot que puede inspeccionar la calidad de una manzana, un dron que registra datos desde el cielo y permite la aplicación selectiva de productos químicos. Este escenario futurista ha abandonado el escenario de la ciencia ficción y se ha convertido en una realidad, como demuestran los diversos experimentos de los científicos. En general, un invernadero automatizado permite acelerar los procesos de fotosíntesis y producción de oxígeno. El resultado sólo puede ser una mejor floración y fructificación, un crecimiento más rápido, una mayor productividad y una mejor calidad.
¿Cómo está compuesto el sistema automatizado?
Los invernaderos son estructuras que sirven para retener el calor del sol atrapándolo en su interior, protegiendo a las plantas de posibles amenazas externas y manteniendo la temperatura interna controlada en función de la entrada de radiación solar.
El sistema de control del invernadero utiliza una red de sensores y actuadores para supervisar el invernadero y modificar las condiciones de luz, temperatura y humedad. El sistema proporcionado por empresas de confianza como MJL Electric puede incluso reducir el consumo de energía y el riesgo de pérdidas de producción.
Para tecnologías aún más avanzadas, el invernadero está equipado con una red con módulos inteligentes que permite la computación distribuida. Los sensores y actuadores tienen microprocesadores que miden la temperatura, la humedad, la luz y los niveles de dióxido de carbono. Distribuir la inteligencia en varios módulos minimiza los problemas de transmisión de la información de los sensores.
La inteligencia distribuida digitaliza y procesa la información en el propio módulo del sensor, dejándolo listo para su uso, por lo que es posible evitar, por ejemplo, el ruido de la transmisión por cable, con un importante ahorro de cables y una gran flexibilidad para cambiar la ubicación de los sensores.
Además de los sensores, el sistema incluye actuadores para controlar los ventiladores, las cortinas y la iluminación del invernadero, modificando las condiciones ambientales.
¿Qué ventajas tiene el cultivo protegido automatizado?
Aunque algunas de las técnicas no son nuevas, el cultivo protegido se ha mejorado como parte del progreso hacia una agricultura más rentable para las familias que dependen de ella.
Optimización de los insumos agrícolas y los recursos hídricos
El cultivo protegido garantiza un mejor control de los recursos agrícolas que el cultivo tradicional. Un ejemplo es que la técnica limita las tasas de evaporación y el transporte de nutrientes por el agua de lluvia, ambos difíciles de evitar en los cultivos de campo.
El sistema de control automatizado del invernadero también reduce la necesidad de sustituir estos componentes, lo que supone un mayor ahorro para la propiedad rural.
Aumento de la rentabilidad
El cultivo protegido favorece las mejores condiciones para el desarrollo de las plantas en todas las épocas del año, lo que garantiza unas hortalizas con un alto contenido nutricional y, por tanto, un mayor valor de mercado.
Control de plagas más eficaz
Con un sistema muy eficaz, el cultivo protegido puede reducir significativamente la incidencia de los insectos en la plantación, ya sea con barreras físicas o con técnicas de control eficaces.
Cultivo fuera de temporada
Cuando el agricultor ya no depende de la estacionalidad, puede cultivar y cosechar diversas especies vegetales fuera de temporada. Garantizar que su producción satisface la demanda de los consumidores, proporcionando alimentos de mejor calidad y equilibrando los precios del mercado.
Los invernaderos agrícolas también permiten cultivar hortalizas en lugares que normalmente tienen condiciones inadecuadas, aumentando así el proceso de oferta y demanda de las empresas.
¿Debe invertir en un invernadero automatizado?
La transformación digital se considera la próxima gran disrupción en el sector, con un impacto similar al de la revolución verde y la adopción de la biotecnología.
El uso de big data e inteligencia artificial en la agricultura no será un lujo, sino una herramienta fundamental. La instalación automatizada del invernadero pretende garantizar un aumento de la producción de al menos el 50%, una necesidad determinada por el crecimiento de la población mundial, que se espera que alcance los 9.800 millones de personas en 2050, según la proyección de las Naciones Unidas.